23 feb 2010

El secreto de la Felicidad. Un Pequeño Cuento

Les quiero compratir esta historia, espero les agrade. En lo personal, me gusto bastante el mensaje que esta dentro de este corto relato.

>>>Cierto mercader envió a su hijo para aprender el Secreto de la Felicidad con el mas sabio de todos los hombres. El joven anduvo durante cuarenta días por el desierto hasta llegar a un hermoso castillo, en lo alto de una montaña. Allí vivía el Sabio que buscaba.
Sin embargo, en vez de encontrar a un hombre santo, nuestro héroe entro en una sala y vio una actividad inmensa: mercaderes que entraban y salían, personas conversando en los rincones, una pequeña orquesta que tocaba melodías suaves y una mesa repleta de los mas deliciosos manjares de aquella región del mundo. El sabio conversaba con todos, y el joven tuvo que esperar dos horas hasta que llego el momento de ser atendido.
El sabio escucho atentamente el motivo de su visita, pero le dijo que en aquel momento no tenía tiempo de explicarle el Secreto de la felicidad. Le sugirió que diese un paseo por su palacio y volviese dos horas más tarde.
----Pero quiero pedirte un favor--- completo el sabio, entregándole una cucharita de té en la que dejo caer dos gotas de aceite---. Mientras estés caminando, llévate esta cucharita, cuidando que el aceite no se derrame.
El joven comenzó a subir y a bajar las escalinatas del palacio manteniendo siempre los ojos fijos en la cuchara. Pasadas las 2 horas, retorno a la presencia del Sabio.
---- ¿Qué tal?--- Pregunto el Sabio----. ¿Viste los tapices de Persia que hay en mi comedor? ¿Viste el jardín que el maestro de los jardineros tardo diez años en crear? ¿Reparaste en los bellos pergaminos de mi biblioteca?
El joven, avergonzado, confesó que no había visto nada . Su única preocupación había sido no derramar las gotas de aceite que el Sabio le había confiado.
---Pues entonces vuelve y conoce las maravillas de mi mundo---Dijo el Sabio---. No puedes confiar en un hombre si no conoces su casa.
Ya más tranquilo, el joven cogió nuevamente la cuchara y volvió a pasear por el palacio, esta vez mirando con atención todas las obras de arte que adornaban el techo y las paredes. Vio los jardines, las montañas a su alrededor, la delicadeza de las flores, el esmero con que cada obra de arte estaba colocada en su lugar. De regreso a la presencia del Sabio, le relato detalladamente todo lo que había visto.
--- ¿Pero donde están las dos gotas de aceite que te confié? ---Pregunto el Sabio.
El joven miro la cuchara y se dio cuenta de que las había derramado.
---Pues este es el único consejo que tengo para darte--- le dijo el más Sabio de los Sabios---. El secreto de la felicidad esta en mirar todas las maravillas del mundo, pero nunca olvidarse de las dos gotas de aceite en la cuchara. <<<

1 comentario:

  1. me gusto, es interesante los diversos puntos de vista que tiene cada filosofo sobre la felicidad, en uno de los libros de Federico dice que uno nunca se da cuenta que fue feliz hasta que muere, muchos se preocupan solamente por no derramar el aceite de la cuchara y pos no se trata de eso nada mas, si no, pos la vida vale madre

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